Las flores en Xibalbá

Solapas principales

Cuando los hermanos son invitados a Xibalbá, una de las pruebas a las que son sometidos por los señores del inframundo es la de recoger jícaras o recipientes de flores. En la versión de Recinos los hermanos deben llevar, “un ramo de chipilín colorado, un ramo de chipilín blanco, un ramo de chipilín amarillo y un ramo de Carinimac dijeron los de Xibalbá” (Recinos 2012: 84-85).

Mientras que en el texto de Sam Colop se da la siguiente traducción,

“un recipiente de pétalos rojos, / un recipiente de pétalos blancos, / un recipiente de pétalos amarillos, / un recipiente de [pétalos] grandes, dijeron los de Xibalba” (2011: 87).

Sobre esta parte del texto Colop explica que, “Estos versos que conforman un cuarteto, han sido traducidos como 'ramos' o 'manojos' de flores e incluso, el cuarto verso como 'un ramo de grandes peces', según la retraducción del francés al español por Miguel Ángel Asturias y J.M. González de Mendoza de la versión de Georges Raynaud (1927: 56)."

Añade el destacado traductor que "En la copia de Ximénez se dice muchij, muchit, derivado de muchu, 'desmenuzar'; no a much', 'chipilín', como regularmente ha sido traducido. Por aparte, nótese que los pétalos  de flores están asociados a los cuatro colores del cosmos maya: rojo, blanco, amarillo. El color negro sería el siguiente, es sustituido por 'grandes'. Esto sucede porque en tercetos y cuartetos, uno de los versos rompe el paradigma para dar fluidez a la narración. En este caso, el cuarto verso cambia con lo que sería esperado: 'pétalos negros'. Lo de 'grandes peces' deriva de que el texto K'iche' dice K'ari nima'q, lo que fue tomado como kar nima'q que literalmente podría equivaler a 'peces grandes'; pero de todas maneras es agramatical porque en K'iche' el adjetivo antecede al sustantivo, o sea, tendría que decir: nima'q kar” (2011: nota 161, 223). Dennis Tedlock traduce el fragmento del K'iche' al inglés en una manera parecida: “One bowl of red petals, one bowl of white petals, one bowl of yellow petals, and one bowl of whole ones, said the Xibalbans” (1996: 121).

De las tres versiones se nota la variedad de posibilidades y la imprecisión en ellas, es por eso que las investigadoras Susan D. Gillespie y Ana Lucrecia de MacVean en su estudio sobre las flores en el Popol Wuj, arguyen que las flores en el texto no son precisamente "chipilín" y ofrecen una nueva posibilidad. Escriben: “Esta nueva interpretación se puede asumir así: una vasija de pétalos rojos desmenuzados (o amontonados), una vasija de blancos, una de amarillos y una de grandes” (13).

Entonces, las estudiosas proponen que las flores a las que hace referencia el texto son plantas o flores que se usaban en conjunto para dar sabor al chocolate. Proponen que las flores en realidad se refieren a las siguientes plantas: Cordoncillo, del género Piper: una planta con espigas blanquecinas o amarillentas, sirven de remedio casero y crece en tierra caliente; la planta llamada orejuela (Cymbopetalum penduliflorum, Anonaceae) que en quiché se llama muc y se agrega a las bebidas tradicionales en Guatemala como el pinol y el chocolate; el canac o Chiranthodendron pentadactylon, árbol de la familia del cacao y es color rojo y por último la vainilla (Vanilla planifolia) de la familia de las orquídeas que los aztecas llamaban tlilxochitl o 'flor negra' (2002: 14). Las autoras concluyen que las flores a las que hace referencia el Popol Wuj son probablemente de un área cálida pero que no son exactamente "chipilín" como la mayoría de los traductores lo ha indicado en sus versiones.

Las investigadoras concluyen que, “Se sabe por la historia en su contexto etnoecológico que las flores usadas en este pasaje del Popol Vuh provienen de árboles. También se conoce que las flores, que eran recursos importantes, usualmente crecían juntas o se usaban conjuntamente y constituían grupos etnotaxonómicos (ver Breedlove y Laughlin, 200 para ejemplos). Es muy probable que las flores que crecían en la huerta de Xibalbá formaran uno de estos grupos. El que los zonzopos cortaran las flores también nos indica que el hábitat probable es el de la tierra caliente. A pesar de que no podemos estar seguros de que las flores pedidas por los Señores sean las que comúnmente se usen para dar sabor al chocolate, se puede observar el traslape entre las descripciones cortas del Popol Vuh y las características naturales de éstas” (2002: 15-16). Para mayores informaciones en cuanto al chocolate mesoamericano en la época colonial, y sus importantes vínculos con la lógica y la práctica del imperio español, véanse Marcy Norton, Sacred Gifts, Profane Pleasures (2008).